...
–Me imagino... Y bueno, ya estaba viejita la pobre.
...
–Me acuerdo. Carlos la trajo cuando nació Agustina y ya tenía sus añitos...
...
–Y sí... No viven mucho tiempo.
...
–Yo por eso prefiero no traer ninguna a casa. Sí, porque los chicos se encariñan y después hay que andar explicándoles.
...
–¿Vas a traer otra? ¿Te parece?
...
–Pero no hace falta meterla en tu casa. Hacé como yo: que vaya, planche, limpie, te prepare la comida y se vaya.
...
–Es mejor así. Por las nenas ¿viste?
2 comentarios:
un golpe bajo...maravilloso, me quede literalmente con la boca abierta...sigo tu blog.
Visitame: historiasparacocinar.com
Saludos
Felix
Nooooo !!! yo me estaba imaginando una perrita cocker color canela!!! Pobrecita!!!
Publicar un comentario